¿Recuerdas cuándo éramos pequeños y el «líder» de la pandilla nos enseñaba su nuevo reloj y todos lo queríamos?
¿Cuántas veces has dejado de ponerte una prenda porque tu madre o tu novi@ te han dicho que a dónde ibas con eso?
Pues bien, tu amigo el «más guay de la pandi», tu madre, tu pareja… todos ellos han actuado sobre tus decisiones en algún momento. Te han influenciado de una forma u otra para que realizaras (o no) una acción determinada, comprases un producto o hicieras algún cambio en tu conducta.
Entonces, ¿qué es un influencer?
Los influenciadores son personas que tienen cierta relevancia para nosotros, bien sea por sus conocimientos y profesionalidad en un sector, por nuestra confianza en ellos o por cercanía física y sentimental.
Hasta hace bien poquito, esta figura solía estar presente en nuestro grupo primario (familia y amigos principalmente). Sin embargo, con la aparición de las redes sociales y el auge de Internet, el papel y sus funciones han cambiado relativamente.
Hoy, un influencer es una especie de líder de opinión, una persona con cierta formación y experiencia en un área específica y una gran capacidad de transmitirlo a través de foros, blogs, redes de microblogging, etc. Pueden ser personajes famosos (actores, modelos, cantantes, etc.) o gente de a pie que se han sabido conectar e interactuar con un público fiel que ha ido siguiendo sus consejos e historias progresivamente y ha compartido sus contenidos por creerlos de calidad.
Estos autores se han ganado la credibilidad de sus seguidores por compartir opiniones de forma desinteresada sobre productos y servicios que consumían, lugares que visitaban y técnicas que conocían en sus blogs personales, canales de Youtube y diferentes perfiles en redes sociales.
¿Hasta dónde llega la importancia de los influencers?
La respuesta es sencilla, cada día más lejos. Un reciente estudio de Tomoson ha desvelado que las empresas confían cada vez más en ellos para promocionar su marca, hasta el punto de que su presupuesto de marketing para la contratación de estos ha aumentado un 59% en los últimos 12 meses.
¿Por qué? Por el simple hecho de que gracias a la naturalidad y franqueza en las declaraciones de los influenciadores sobre los diferentes productos y servicios, sus seguidores les han otorgado una confianza mucho mayor que a los mensajes que vienen de la propia marca. Además, al ser especialistas en algún tema, la segmentación para llegar al público objetivo es más eficaz.
Por ello, si sigues a un influencer en moda, lo habitual es que estés interesado en la materia y te conviertas en target de todas las campañas de marketing de los productos relacionados con ella.
Así, se han convertido, no solo en el método que más rápido ha crecido, sino en la vía principal de adquisición por parte de los consumidores en el medio online, por delante del SEO, el e-mail marketing o el marketing de afiliación.
Además de ser el medio más barato, pues frente a las grandes inversiones en publicidad que realizaban las marcas, ahora basta con regalar un pack de sus productos o servicios más destacados a un influenciador para que este le dedique toda su atención en sus publicaciones, respetando siempre (o al menos eso creemos) su visión personal sobre éstos. Según el estudio, las empresas ganan 6,5$ por cada dólar invertido en ellos.
¿Qué tengo que hacer para convertirme en influencer?
Antes de todo, concienciarte de que no es una tarea fácil. Necesitas una gran inversión en tiempo y dedicación a tus diferentes plataformas sociales para, no solo cautivar a tu público, sino para convencerles a quedarse y a confiar en ti.
Por tanto, la primera acción que debes tomar es crear tu presencia online. Para ello, debes contar con tu nombre en los principales perfiles de las redes sociales. Según el estudio de Tomoson, el blogs es la herramienta principal, seguido de Facebook. Bastante alejados están Youtube, Instagram y Twitter (aunque estas redes ya han dado perfiles nuevos como los Instagrammers, que son los influencers de Instagram).
Una vez estés online, lo más importante es desarrollar contenido atractivo y de interés para comenzar a compartirlo. Busca profesionales de tu área y date a conocer, comienza a seguir a personajes influyentes y encuentra seguidores interesados en tus contenidos y consigue que los compartan y den difusión. Cuánto más activo seas, mayor influencia podrás ejercer.
¿Quieres intentarlo? ¡Ánimo!