Anoche cené Telepizza. Llevaba todo el día con muchas ganas de comer pizza y sobre las 9 de la noche, navegando por una web, me topé con un banner de la marca que promocionaba sus pizzas al 50%. Pues bien, ese anuncio fue el impacto que necesitaba para saciar mi gula, así que cliqué sobre él e inmediatamente hice mi pedido que me llegó a casa un ratito después por un módico precio.

¿Por qué os cuento esto? No es que me guste hablar de mi vida privada, es que si tengo una cosa clara, es que los términos más difíciles de entender se retienen mejor con un ejemplo cotidiano. Y más allá de darle promoción a una conocida cadena de alimentación (de forma gratuita, ejem ejem), quiero acercaros el término de Affiliate Marketing, que no tiene nada que ver con el hambre, pero puede ayudar a saciarla.

Digamos que Telepizza consiguió conmigo anoche un resultado, y lo hizo gracias a un afiliado (la página web donde vi el banner), el principal objetivo del Marketing de Afiliación. O sea, este tipo de marketing pone en común a un vendedor (que puede ser una tienda online, un anunciante, un particular…) con un consumidor final del que espera una acción (una compra, un registro en una web, una descarga…) a través de un intermediario (una página web donde publicar un banner, una agencia de email marketing con la que enviar newsletters, un blogger cuyo blog es una fuente de financiación…) que se convierte en afiliado. Este último recibirá un pago, en forma de comisión, por cada acción que consiga del usuario final.

Fue el fundador de Amazon, Jeff Bezos, el precursor de esta nueva forma de comunicar oferentes y demandantes, a partir de la idea del dueño de una página web que quería actuar como intermediario en la venta de libros. Así, creó un método que vinculó el site con Amazon, con el fin de ganar una comisión por cada libro que se vendía gracias a esa página.

El afiliado tiene que ser un gran generador de tráfico, ya que el anunciante le pagará solo por los resultados obtenidos (ventas, registros, descargas, etc.), por lo que tienen que estar en continua búsqueda de público objetivo al que le interese lo que el anunciante promociona. En última instancia, es el anunciante el que decide si los resultados obtenidos son válidos o no (si los registros fueron completados correctamente, si las descargas se efectuaron al 100%, si la venta se realizó en el establecimiento indicado…) y determinará así el beneficio que obtiene el afiliado de esa transacción.

Por ello, es una buena estrategia para obtener rendimientos gracias a tu blog. Si yo consigo, tras leerte este post, que tú pidas una pizza, habría actuado de afiliada para Telepizza, siempre que estas palabras fueran “pactadas” y la marca me pagase por cada pedido que hicierais indicando algún dato que les refiera a mi blog (por ejemplo un código promocional tipo “15%CinTínezBlog” o hicieseis la compra mediante un enlace al que yo os redirigiera).

Así que ya sabes, búscate amigos con empresas, tíos con tiendas, primos con ganas de que juntos hagáis dinero. Pues la principal clave del marketing de afiliación es “colaborar” para que el trabajo realizado entre anunciante y afiliado obtengan más beneficios que en solitario.

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