Hace unos años, tener un blog era un “derecho reservado” para ciertas personalidades de diferentes áreas profesionales que, frecuentemente, publicaban sus consejos, herramientas y conocimientos en general sobre diversos temas.
Hoy forma parte de las herramientas de comunicación esenciales para muchas empresas, hasta tal punto que pueden ser un elemento determinante a la hora de decidirnos por contratar sus servicios.
Pero, mucho más importante que tenerlo, es mantenerlo actualizado, pues las novedades alientan a las visitas y la calidad del contenido les invita a quedarse, recomendar, compartir y contratar (si procede).
Por tanto, no pierdas detalle de los cinco tips que te cuento para que tu blog… ¡sea todo un éxito!
¿POR QUÉ publicar?
Lo comentábamos al principio, en un entorno en el que lo digital es el rey, estar presente es necesario. Pero más allá de estar, hay que vivir. Los usuarios hoy están hambrientos de información, por lo que precisan de contenidos para cualquier ámbito de su vida.
Si piensas en ti como usuario, ¿qué es lo primero que haces cuando quieres buscar una nueva empresa? Sí, acudir a Internet y explorar todo sobre ella. Es por eso que cuanta más información des de ti a tus potenciales y actuales clientes, más confiarán ellos en tus servicios. Sobre todo si compartes contenidos que les entretengan y les ponga al día en tu sector.
¿QUÉ publicar?
Una vez que nos hemos decidido, suele ser la principal disyuntiva a la hora de enfrentarse a la opción “nueva entrada”. Antes de todo, tienes que tener una desarrollada estrategia de marketing y comunicación en los Social Media, que te determinará en todo momento el camino a seguir.
Si conoces lo que quiere tu público, cómo funciona tu sector y qué hace tu competencia, ponerse a redactar será cada vez más fácil. Pero, lo más importante, es que el contenido sea de calidad. No escribas sobre cualquier cosa por tener un post más, infórmate de nuevas actividades y tendencias dentro de tu área, explica cómo funcionáis, revisa la actividad de la competencia para tomar referencias, amplía los conocimientos de tus lectores sobre tu ámbito de trabajo, etc.
Para ello, puedes:
- Informarte en herramientas como Twitter, en la que diariamente se discuten y comparten temas sobre todas las temáticas.
- Consultar tendencias en Google Trends y redactar sobre ellas.
- Hacer recopilatorios “los diez mejores…” “top 5 de…” sobre tu área profesional aportando referencias de calidad.
- Introducir a otros profesionales explicando qué os ha aportado sus conocimientos.
- Publicar informes relevantes, resumir estudios y encuestas del sector.
¿CÓMO publicar?
Es fundamental que mantengas una estructura clave con la que que conseguir que el consumidor te elija a ti para documentarse. Por tanto, tienes que contar con un titular atrayente, que resuma las palabras clave y enganche. Las preguntas suelen ser las que llaman más la atención, así como términos desconocidos, juegos de palabras… No te quedes en el simple título informativo, experimenta con ellos y descubre los resultados.
El cuerpo, además de estar basado en un tema de cierta relevancia y novedad, tiene que ir en orden descendente. No cuentes un cuento. Respeta el esquema: introducción, nudo y desenlace, pero de forma persuasiva. Es decir, lo más importante ponlo en la introducción, haz un párrafo que amplíe y complemente al anterior y finaliza con un resumen de los puntos básicos.
¿CUÁNDO publicar?
Tu índice de actividad depende de varios factores: las novedades de tu sector, la fidelidad de tu público, la elaboración de tus post, el tiempo y personal que dediques a él…
Lo más acertado es publicar entre dos y tres post por semana. Pero claro, no es lo mismo un post de 200 palabras presentando un nuevo producto que la recopilación de resultados de varios informes, ya que el segundo te llevará mucho más tiempo. Por ello, en tu estrategia necesitas definir el tipo de publicaciones que queréis realizar y cuál es la frecuencia más adecuada teniendo en cuenta los factores enumerados anteriormente.
¿DÓNDE publicar?
Hemos escrito el post siguiendo todos los pasos anteriores… ¿y ahora qué?
Lo primero es tener un enlace en tu página web hacia el blog, ya con una pestaña específica, con un plugin de actualizaciones o con algún otro tipo de promoción que se te ocurra.
Una vez lo tienes insertado, hay que recurrir al resto de redes sociales. En tu estrategia de marketing tienes que definir qué redes son las más apropiadas para tu empresa, ya que para ciertos sectores no es conveniente estar en todas. Las más habituales suelen ser Twitter, LinkedIn, Google+ y Facebook. Pero también despuntan otras enfocadas a las imágenes como son Instagram, Pinterest, Tumbrl y otras para vídeo como Youtube o Vimeo, etc.
Por tanto, una vez que cuentas con tus perfiles, utilízalos para promocionar tus post. Incluye el título junto una pequeña descripción al enlace y publícalo varias veces a la semana en diferentes franjas horarias, para poder abarcar a un mayor público. Si acompañas la actualización de una imagen relevante, el número de clicks suele aumentar.
Además, puedes buscar a personajes influyentes y pedirles que lo lean y compartan (de forma sutil), implica a tus lectores a que hagan e-wom (boca-oído electrónico) y déjalo en blogs y foros de la temática para que otros que no te conozcan lo hagan.
¿A qué esperas para empezar? ¡Ánimo!