“No sin mi Smartphone” bien podría ser el título de la película de nuestras vidas hoy en día. Si hace unos pocos años el teléfono móvil se implantaba como un elemento más indispensable en nuestro bolsillo, actualmente tiene que estar presente en nuestra mesita de noche, en la del trabajo, en la del almuerzo… y ¡hasta en el baño!

Buena culpa de ello la tienen las múltiples aplicaciones que nos facilitan la vida a diario, pues ya no solo nos permite comunicarnos de mil vías diferentes, sino que nos ayuda en funciones de lo más cotidianas con solo un par de deslizamientos de dedos.

 ¿Y quiénes son los que más se aprovechan de este matrimonio? Sí, has acertado, las empresas.

Las estrategias de marketing se han ido adaptando cada vez más a nuestros pequeños acompañantes, hasta el punto de que muchas de ellas se han convertido en las grandes reinas de los smartphones. Un caso digno de mención es el del email marketing que ya he explicado en alguna ocasión, pues según el último informe de Yesmail, el 22% de los ingresos generados por las marcas que utilizan emaling, vinieron de dispositivos móviles (móviles y tablets) en el primer trimestre de este año.

Pero no solo eso, el mismo informe detalla más información como que el número de emails que fueron leídos desde estos dispositivos aumentaron un 10% en el último año, llegando a alcanzar el 45% de interacción en este medio.

¿A qué es debido?

Precisamente en el primer párrafo se explica esa relación de dependencia que tenemos con nuestros dispositivos, pues no solo nos acompañan a todas partes, sino que cada vez nos solucionan la vida con el conjunto de servicios que nos ofrecen (comunicación instantánea, actualización de redes, gps, control de gastos, traductores, compra de billetes, etc), hasta el punto de llegar a sustituir a los elementos que utilizábamos principalmente para algunos usos.

Me refiero concretamente (como ya habréis podido vaticinar) a la lectura de emails, pues cada vez es más habitual dar un repaso a la bandeja de entrada desde cualquier lugar y eliminar los que no nos interesan con un simple gesto, y no tener que estar delante de la pantalla del ordenador para hacerlo. Pero ¿cuáles son los que más benefician a las empresas e influencers? Claramente, las newsletters, publicaciones digitales informativas de periodicidad continua (diaria, semanal, mensual…) que contienen información sobre artículos de interés, promociones, ofertas exclusivas, presentación de servicios y nuevos productos, etc, sobre una marca concreta.

Así, gracias a los dispositivos móviles, consiguen alcanzar cada vez más lecturas (tal y como indicaba al principio), aportando ventajas de las que se benefician tanto empresa como cliente… ¿Cómo cuáles?

  • Como ya expliqué en el post «Spam o no spam, he ahí la cuestión«… el público que lo recibe está verdaderamente interesado en el contenido, pues han sido los propios usuarios los que permiten ese envío. Además, tú que sabes que no nos despegamos de nuestro teléfono móvil, la recepción está asegurada, sobre todo si nos suena el tono del e-mail, del cual siempre esperamos noticias importantes y chequeamos rápidamente.
  • Permite ofrecer promociones cada vez más adaptadas a cada receptor, que cliquean sobre la newsletter y generan tráfico a la web principal, consiguiendo así que conozcan más información sobre la empresa y se hagan más adeptos.
  • Es un servicio económico para las dos partes, puesto que los lectores no pagan por recibir esa información y la inversión por parte de las empresas es mínima.
  • Aportan datos creíbles sobre la marca, sobre todo si van personalizados y firmados con el sello de la empresa y una persona influyente del ámbito, lo que aumenta el compromiso y la adhesión de más clientes potenciales. La credibilidad es mayor que en un post en redes sociales, pues además de llegar a un “terreno más íntimo” como es el e-mail, ofrece ventajas que los no subscriptores no pueden disfrutar.
  • Fideliza a los usuarios, puesto que ya están esperando recibir un e-mail cargado de información que le permite fácilmente acceder a esas ofertas y contenidos desde cualquier lugar y a cualquier hora, lo que resulta más cómodo y práctico.

En conclusión, que no lo digo yo, lo dicen los datos. Y si no me crees, examínate a ti mismo cuando recibes un mail en tu móvil (yo lo he hecho y por ello doy fe de que el estudio es creíble). Pero… ¿consiguen tu conversión, o solo que leas el mail?

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